lunes, 21 de julio de 2008

De Cobos, el Campo, Cristina o de lo triste que es ver cómo funciona el país

Desde Enero hasta la fecha han pasado tantas cosas que uno difícilmente con lo poco hábil que es pueda expresar todo lo que piensa y siente.

Cuando la fórmula Cristina Fernández de Kirchner - Julio Cobos ganaba las elecciones, gran parte del país y el periodismo lo veían como un éxito lapidario, indiscutible, los Kirchner no solo revalidaban su capacidad de gestión sino que generaron un espacio político distinto al de los esquemas tradicionales Justicialismo/Radicalismo/Movientos extremos denominado Concertación Ciudadana. A pesar de que eso no gravitó en mi voto (no los voté, quiero decir), muchas personas aquí en Mendoza votaron la fórmula porque creyeron que Cobos aportaría muchas cosas del sentir local.

En los 7 meses siguientes a la asunción de la fórmula ganadora, las cosas cambiaron vertiginosamente. Nestor Kirchner no se iba a ir de vacaciones a descansar y a intercambiar ideas en un Café literario sino que fue por la presidencia del Partido Justicialista, Cobos es una persona de perfil bajo, pero gran parte del país lo veíamos más bien pintado, como un cuadro. Los Radicales Concertadores (Radicales K) no existían políticamente en ninguna de sus formas.

En Marzo de Lousteau firmó una resolución y se fue de vacaciones. Cuando Semana Santa se acercaba y empezaron los cortes agropecuarios, muchos ni sabíamos de qué se trataba, tal vez estaban desde antes. Varios se fueron de vacaciones por el fin de semana largo los que nos quedamos en casa, escuchamos el discurso de la Presidenta (o este si parece muy cruda la versión de perfil); a partir de ese momento nada fue igual. Ese fue el principio de una catarata de discursos del la Presidenta y de NK que no comentaban cosas de un país.

Cuando CFK ganó las elecciones, no estaba contento; no era mi candidata; pero me sentía parte de un país, de una cosa, no muy sólida, heterogénea, pero al fin y al cabo una sola cosa: con un himno, con una bandera propia, sin rumbo definido, pero me sentía parte de un colectivo del cual no compartía muchas cosas; pero era parte de eso. No sé a partir de qué día me hablaron con un vocabulario desconocido para mí, alejado, no el de la campaña.

Los discursos no me gustaron nada y menos las actitudes de las plazas llenas de gente ni de un lado ni del otro, claro que lo que más me irritó fue la actitud del Gobierno, por decirme implícitamente "ellos o nosotros" y no quiero estar con unos ni los otros. Un gobierno que demora meses en decir que tiene apuro en cobrar unos impuestos que no serían tales para construir hospitales, después abaratar los alimentos, después pagar compromisos crediticios no suena muy convincente. No estando conforme uno con tales argumentos, por dudar ya era calificado por la voz oficialista de oligarca, como si las cosas fueran blanco sobre negro.

Suponer que quien vive en el campo es rico porque tiene una 4x4 es tan errado como creer que un ingeniero es rico porque tiene una computadora, o un maestro una biblioteca llena de libros o los mismos senadores nacionales son ricos porque viajan mucho y seguido en avión. Con las herramienta de trabajo no se juega; después de todo si uno tiene la razón (en cualquiera de estos dos supuestos bandos en los que uno estuvo cuasi obligado a estar adherido) no ncesita chicanear con cosas tan mundanas como esas.

Esa supuesta batalla campal que instalaron funcionarios del Poder Ejecutivo nacional fue la que conllevó que los agropecuarios se involucrasen más en el tema que averiguasen cuáles eran sus senadores y diputados que preguntaran por sus gobernadores y hasta que fueran violentos. Fue por eso mismo que no todos los intendentes actuaron de igual modo aún siendo oficialistas y eso es lógico porque muchos intendentes no tienen un vallado en la puerta que los blinde del calor de la expresión (no necesariamente popular pero igualmente incómoda) de los manifestantes. El mismo análisis cabe para algunos senadores, aún oficialistas.

Julio Cobos, quien para mí no es un genio y un gran diestro de la política hizo cosas sencillas y necesarias, escuchó a todos los dirigentes de todas las agrupaciones agropecuarias, todos los sectores involucrados tuvieron la oportunidad de conversar su problemática con el VicePresidente. Cuando varios senadores oficialistas ( y del mismo partido de CFK, no solo concertadores ) dieron el NO para poner en empate la elección de aprobación del proyecto del ley y se jugaron todo o nada en el vicepresidente Cobos fue claro: no dijo que no apoyaba las retenciones como manera de regulación/recaudación ni que "estaba con el campo" sino que pidió un cuarto intermedio. Él esperaba modificaciones, después de todo el Senado es el Congreso de las provincias donde cada provincia tiene igual cantidad de representantes no era posible que la ley entrara como por un tubo y saliera sin modificaciones.

"Mi voto no es positivo". Un supuesto héroe nacional por haber hecho una cosa elemental: hacer uso del sentido común, no dejarse llevar por una actitud tribunera: ellos o nosotros, los buenos vs. los malos. No digo que en lugar de él hubiera hecho lo mismo y entiendo la actitud popular de una sociedad que descree de todo que pone el despertador y se encuentra con una noticia así.

La oposición al día siguiente adoraba, hablan de volver a integrarlo a la UCR, cuando lo echaron contra su voluntad, lo calificaron de campanita, ese grado de oportunismo no me parece aceptable.

Ahora los políticos oficialistas hablan de lealtad, como si ser leal al partido estuviera por encima de lo que uno mismo cree; quieren soldados cuando están en el poder: que no piensen que obedezcan. Eso sí para los spots de elecciones concertación, transversalidad, etc. Vamos... si no ha pasado un año de las elecciones no nos tomen por estúpidos. Inicialmente tomaron las cosas como si el ellos, el gobierno. los mercados, el país se cayera en picada, a más de una semana veo las cosas mucho mejor, un país tranquilo, un gobierno que se oxigena, con tiempo para redactar una ley en paz; con paciencia, escuchando a todos los sectores involucrados en definitiva desde abajo sin revanchismos ni contratiempos.

martes, 8 de julio de 2008

Reparación Horno Microondas

Introducción
Desde que compramos ese horno microondas nos dio problemas. En más de una oportunidad lo llevamos al servicio técnico; supuestamente le cambiaron la placa lógica en una ocasión, y en las otras dos no encontraron nada. Lo que más me sorprendió es que en la primera visita nos preguntó el Señor dónde conectaba la ficha que tiene el aparato al referirse a la ficha de 20A IRAM 2076 con espigas planas largas.

Los síntomas
Inicialmente el aparato detenía la marcha del plato giratorio y apagaba la lámpara aleatoriamente mientras cocinaba. Después de un tiempo muy largo el aparato no detenía la marcha del motor y la luz continuaba encendida, esto se solucionaba si se indicaba un nuevo programa de cocción/descongelamiento o se desconectaba al mismo del suministro eléctrico, pasado otro tiempo más largo uno conectaba lo conectaba y el motor giraba junto a la luz encendida. El punto es que mientras la gente de la garantía no se daba cuenta qué pasaba la garantía misma caducó.

El Horno
Es un Global Home KOG-393R, fabricado en Corea, garantía provista por Service New SRL. La marca no es muy conocida pero el origen y los resultados de búsqueda delataron que se trataba de algo producido por Daewoo. Buscando también me encontré con una lista de IRAM de los artefactos que daban cumplimiento a normas de seguridad varias. Allí se puede apreciar claramente que es también el mismo que en otras marcas.

Reparación:
Con el modelo quedaba buscar algunos manuales de reparación. Una cosa interesante de los manuales es que tiene todo el procedimiento de verificación de partes paso a paso en unos diagramas parecidos a los de flujo Chaplin

Probando las distintas partes nada del sector lógico fallaba, me demoré demasiado por el temor a ser 'cocinado'. Observando con el multímetro (aka tester) noté que el circuito plato-lampara-algo_mas efectivamente no se abría y que era comandado por un relé (o relay). La protección del relé era un diodo de potencia que conducía en ambos sentidos. Si por ahí tienen una fábrica de hornos microondas no compren este modelo y marca de relé. porque la marca del diodo no la pude individualizar.

Casa de electrónica; $15 el diodo y otro relé 'compatible'. Taladrito soldador, y listo el pollo para descongelar :-P.

Otra Curiosidad
Al desarmarlo noté que la chapa blanca de acero que cubre el chasis estaba oxidada por el lado de adentro. No quiero imaginar lo que sería del aparato en otro lugar del mundo con mayor humedad ambiente que Mendoza si en tan poco tiempo por aca ya está (parcialmente) oxidado.